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Posted by on nov 8, 2016 in Blog | 0 comments

Relaciones familiares. La figura de los tíos y las tías

Relaciones familiares. La figura de los tíos y las tías


La importancia de los ti@s

Sobre el papel de los tíos y tías en las relaciones familiares y en el desarrollo evolutivo

Esta semana visitaba a la madre de una paciente adolescente con rasgos autistas que se mostraba muy preocupada por los conflictos que se habían dado durante el verano, coincidiendo con un aumento del tiempo compartido entre padres e hijos. No todas las relaciones familiares fueron conflictivas, explicaba con cierto desdén que su hija profesaba tanto cariño hacia su tío que lo tenía registrado en su teléfono móvil como “el papa bueno”.

Más allá de las dificultades concretas de esta adolescente, este recorte clínico nos invita a reflexionar sobre el papel que ejercen las figuras paternas en las relaciones familiares a lo largo del desarrollo y sobre la importancia de la familia extensa. Para el niño en etapa de latencia (entre los 6 y los 12 años aproximadamente) los padres son omnipotentes, lo pueden todo. Me gusta decir que, «no es que los Reyes Magos sean los padres, sino que los padres SON los Reyes Magos», es decir que durante un periodo de la vida papá era el más fuerte o mamá era la más hermosa del mundo, entre otros superpoderes que se les suelen conferir. Al llegar a la adolescencia, aquellos superhéroes se convierten en cucarachas infestas, «vaya mierda de padres que me han tocado», expresan frecuentemente los jóvenes entre los 13 y los 18-20 años aproximadamente. Los conflictos entre padres e hijos adolescentes en muchos casos dejan entrever esa desdicha, esa decepción, que sienten los hijos, entre otras cosas al haberse enterado que sus padres también tuvieron que follar para tenerlo a él, algo que sólo parecía reservado para los cuerpos jóvenes y hermosos. Eso los lleva a idealizar a otros adultos homólogos, los padres de sus mejores amigos son vistos como más enrollados que los propios. Lo que no suelen saber es que su mejor amigo quizás esté pensando lo mismo sobre los suyos. Lo mismo ocurre con los tíos y las tías.

Los tíos y tías suelen ser unos padres mejorados, pueden ser adultos a los cuales el chico ve como más interesantes que a sus propios padres, sobre todo si los tíos no tienen hijos, ya que si no podrían observar la misma incompetencia que muestran sus progenitores. Temporalmente se pueden sentir fascinados y pedir pasar más tiempo con ellos. Los tíos son, sin saberlo, un puente entre los ideales familiares y el mundo ya que son una copia de sus padres, pero más sugerentes. Del interés por los tíos se puede pasar al interés por los profesores, por los ídolos musicales o deportivos que constituyen objetos de identificación que ya no están en la familia. Así hasta dejar atrás los ideales familiares y aceptar, al final de la adolescencia que los propios padres no son Superman ni los peores padres del mundo, son dos tipos que lo hicieron lo mejor que pudieron. Ahora me toca a mí hacerme cargo de mi vida, sin sobrestimación ni tampoco desvalorización parental.

Daniel Cañero
Psicólogo col. 14350 y psicoanalista

Setiembre de 2016

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